Hermann Rorschach |
Sin denuedo
Así la
miseria del cantinero que escucha, sin denuedo, a la persona vencida del otro
lado del reflejo.
* * *
En derrota
Le dijo:
—Caballero, hágame un favor: quíteme el libro, déme un abrazo
y lléveme a casa.
* * *
Piel ajena
Decidió
olvidarle para siempre. Se arrancó toda la piel.
* * *
Apetencia
El biógrafo era tan ávido a la lectura que terminó comiéndose a sí mismo.
* * *
Solo
Sólo tenía que escribir un par de palabras antes de dormir. Trazó
su epitafio.
* * *
Túnel
—Estoy a punto de encontrarte— dijo, mientras escarbaba en
su herida.
...
BC