Diles que
me destrocé los huesos un par de veces. O que ayudé a alguien a cruzar la
calle. O que traicioné… Que callé. Que herí. Que ayudé.
Caí.
Diles que
lloré mucho. (Que este año tuve menos crisis). Que estuve algo sola… Pero que amé. Amé mucho. Y reí. Suspiré.
Eso
me sostuvo todo este tiempo.
Diles que
este año ha sido el más cabrón de todos, de golpe mis mujeres comenzaron a
decaer y yo junto con ellas. Diles que mi alma se iba calcinando cada vez que
ellas visitaban un hospital. Diles que morí cuando esos cabrones no le encontraban
la vena para administrarle el suero. Diles que no pude dormir en el piso del
hospital. Pero que estuve despierta. Cuidándola.
Diles, en
general, que se nos rompió la cadera. Que nos cayó cáncer. (Que nos dio en la
madre).
Que
tendremos que vencer…
Diles que
aquella vez en las escaleras de la universidad, le llamé a mi papá y, llorando inusitadamente,
le dije que tenía un problema... Diles que lo solucioné y que de eso estoy
aprendiendo muchísimo. Que ahora soy un poco más fuerte y que ya no me da tanto
miedo pedir
ayuda.
Diles que
di clases. Que los apoyé mucho. Que les regalé risas. Que me guardarán en sus
memorias. Que ellos estarán en la mía
para
siempre.
(Diles
que hay personas que creen en mí. Diles que ella, por ejemplo, me dijo que yo
era una excelente narradora. Que casi termino la carrera. Que casi…)
Diles, también,
que alguien me obligó a ser feliz, que amo demasiado. Diles que ese alguien me
devolvió la dermis. Diles que la verdadera calma existe en mí cuando estoy a su
lado. Que me aleja de las desgracias, que está ahí. Que se esfuerza para que yo
sea menos infeliz. Que soy más humana. Su humana. Diles que es mi vida entera. Diles
que él.
Él.
Diles que
perdí personas pero gané otras (mejores). Que conservé hermanos/as y que perdí
a otros/as. Que me duele pero que venceremos…
También diles
que me he hecho fuerte en un cuerpo débil. Que corre, bebe, ríe, sufre... Hasta
el tope, para algo, alguien. Diles que les valga madre todo y corran, y vayan
ahí, a ese abrazo, esa hoja, esa pinche nube con cara de conejo. Diles que sean
libres, que la libertad es tener alas y seguir caminando. Diles que respiren, ¡respira!
Pasará, esto, tú, ellos, yo. Todo. Pasará. Habrá algo que nos calme. Diles que
ahí, en eso, radica la felicidad. Que es posible. Que existe. ¡Que fuerza! Diles
que también soy humana y que acá sigo. Dándolo todo. Porque debemos. Porque así es. Porque carajo…
Venceremos.
31/12/2015
Brenda
Castillo